Proyectos y Trabajos de alumnos
El siguiente es el testimonio de una alumna de 5º año B.O.D que relata un Debate realizado en el Aula Magna el 27 de mayo con motivo de la conmeración de un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo.
Este debate se realizó con alumnos de 3º, 4º y 5º año desde las asignaturas de Educación Cívica e Historia.
El debate se basó principalmente en los mitos y verdades (siempre considerando que en la historia no hay una única mirada de los hechos y por lo tanto no hay una única verdad) del 25 de Mayo de 1810. Se trató, en esencia, de “pensar” el 25 de Mayo. Dicha tarea, es una lucha que emprenden los profesores de Historia desde hace años, tratando de “desmitificar”esta fecha patria.
Los temas centrales no se limitaron a los que sucedió en sí el 25 de Mayo de 1810, sino que también se debatió si este acontecimiento fue una revolución o un movimiento, además de discutir la participación política en la época. Para ello, nos basamos en distinta bibliografía que estuvimos leyendo en las clases de Historia y Educación Cívica (dependiendo el curso y el año). Una de ellas, con la que trabajamos los alumnos de 5to año, fue “Ciudadanía, participación política y la formación de una esfera pública en Buenos Aires, 1850-1880” de Hilda Sábato, en la cual se plantea la importancia (o mejor dicho, la casi nula importancia) que se le daba al sufragio en aquella época y cuáles eran los métodos más reconocidos de participación política.
Luego, este tópico fue traído del Siglo XIX al Siglo XXI, y comparamos lo que era considerado participación política ayer, y lo que es ahora. Se trajeron temas por demás actuales, como lo son las sucesivas manifestaciones de alumnos del nivel medio, reclamando estudiar en un lugar digno y adecuado. Esto trajo como consecuencia un intercambio fuerte de opiniones ya que por un lado, algunos resaltan la validez de las manifestaciones y por el otro, consideran que es más importante el poder transitar libremente.
Además de las manifestaciones, se mencionó otro modo de participar políticamente desde nuestro lugar de estudiantes: a través del Centro de Estudiantes. Este tema también fue largamente discutido, y eje central de la dicha discusión fue descifrar el verdadero propósito del mismo: si oponerse a la institución educativa a la que pertenece, o actuar como mediador entre ésta y los alumnos. Sin embargo, desde nuestro lugar hay otros modos de participar (también mencionados en el debate), que son válidos para cualquier habitante del planeta: 1) Conocer la historia para no repetir los errores del pasado; 2) Informándose sobre lo que pasa a nuestro alrededor, es decir, leyendo diarios de distintas fuentes (ya que cada diario está dirigido a determinado público y posee una intencionalidad distinta al resto, esto garantiza una mayor margen de objetividad) y así pensar nuestra realidad.
Más allá de la “etiquetas” o clasificaciones innecesarias que nunca faltan, el marco del debate fue muy respetuoso y las opiniones diversas enriquecían el diálogo (el diálogo respetuoso siempre es positivo ya que una idea bien fundamentada, “fuerte”, nunca puede salir “perdiendo” al enfrentarse a otra: o termina siendo aceptada y por ende es una idea más que válida, o termina enriqueciéndose por las demás ideas y en consecuencia, mejorada).
En conclusión, el debate resultó ser una experiencia por demás beneficiosa: no sólo nos preparará para nuestro futuro ejercicio de la ciudadanía (una ciudadanía de la cual seremos partícipes y con la cual debemos comprometernos seriamente), sino que revaloriza la importancia del diálogo, de la diferencia de opiniones y el respeto hacia lo distinto, en un mundo que parece haberla olvidado.
Trabajo realizado por la alumna María Belén Gonzalo