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17/08/2016
“El destino no tiene sentido: el destino te lo montas tú”. No nacemos totalmente condicionados por nuestras circunstancias. Día a día nos vamos modelando a nosotros mismos con nuestras decisiones libres.
Los buenos libros portadores valores enriquecen nuestro mundo interior. Una buena lectura opera el milagro de la compenetración, donde el libro se va convirtiendo en interlocutor válido: nos apropiamos intelectualmente de lo leído, lo digerimos y lo convertimos en pensamiento propio.
El teatro permite expresar emociones, miedos, sensaciones, dudas, inquietudes y a través de ellas apelar a un público que se siente más o menos cercano a esas realidades y que puede identificarse con ellas.