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25/03/2020
Estos tiempos de pandemia, complejos y diferentes a todo lo vivido hasta ahora, nos enfrentan a nuevos desafíos en los que nos preguntamos cómo sobrellevarlos lo mejor posible.
La cuarentena forzada dispara estados de ansiedad y estrés difíciles de procesar psíquicamente. El elevado nivel de incertidumbre que acompaña esta situación, precipita y mantiene un estado de captación ansiosa que constituye la preparación frente a una amenaza nueva y desconocida. Sobrevienen sentimientos y vivencias ambivalentes y difíciles de tramitar: miedo, frustración, enojo, desorganización, aburrimiento, tristeza, sentimiento de soledad, sensación de encierro, ansiedad
Por otra parte, la cuarentena desafía a todos a tener que convivir largas 24 horas bajo un mismo techo en familia, y, en el caso de los hijos adolescentes, la situación interpela, desorienta y preocupa aún más a los padres en su función específica.
Es por ello que es necesario que los padres insistan en estimular y sostener un diálogo abierto entre todos los miembros de la familia, aunque sin imponerlo, creando un clima de confianza y respeto en casa, que habilite el deseo de comunicarse y no de evitarse. Saber que si se confía en los adolescentes, ellos también confiarán en quien se acerque a ellos.
En la adolescencia los hijos transitan por la ambivalencia que implica madurar, siendo autónomos y marcando distancia con los padres, a la vez que sienten que los necesitan y los demandan en busca de seguridad y autoafirmación.
Es por ello que es esperable que, por un lado busquen o demanden gestos de ternura y/o cariño hacia ellos, pero esto a su vez les puede recordar que aún son dependientes y vulnerables y por ende los rechacen.
A continuación, les acercamos algunos consejos que pueden contribuir a mejorar el diálogo con sus hijos adolescentes:
Por último, saber que siempre las herramientas más importantes para lograr una buena comunicación son: el respeto, el diálogo y la confianza.
Departamento de Orientación Escolar
Nivel Secundario